Mandatario de EE.UU. llegó hasta la Zona Cero donde fueron derribadas las Torres Gemelas. Se realizaron homenajes .
Nueva York/Washington (DPA). El presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, afirmó hoy que el país “nunca va a olvidar” a aquellos que lo atacan, durante una simbólica visita a Nueva York para homenajear a las víctimas de los atentados del
11-S tras la muerte esta semana de su principal responsable,
Osama bin Laden.
Su primer viaje como mandatario a la zona donde fueron derribadas las Torres Gemelas el 11 de setiembre de 2001 estuvo plagada de gestos -como un minuto de silencio en honor a las casi 3.000 víctimas- y simbólicas paradas, así como una promesa: “Cuando decimos que nunca vamos a olvidar, vamos en serio”, aseguró Obama en relación a Bin Laden.
El mandatario hizo estas declaraciones durante la primera escala de su corta pero intensa visita, en la estación de bomberos 54 de Manhattan, compañía que perdió a 15 de sus miembros en los atentados, y cuyo equipo completo estaba de guardia en el momento del siniestro.
La misión que liquidó al líder de Al Qaeda en la madrugada del domingo al lunes constituye “un mensaje a todo el mundo y también en casa de que nunca vamos a olvidar (...), de que nuestro compromiso para asegurarnos de que se haga justicia sea algo que trasciende la política, que trasciende partidos”, subrayó el mandatario.
“No importa qué gobierno está al frente, no importa quién estaba encargado, íbamos a asegurarnos de que los autores de ese horrible acto recibieran justicia”, agregó en compañía del ex alcalde – republicano- de Nueva York Rudolph Giuliani, quien lo acompañó durante toda la visita en la que sin embargo declinó participar el ex presidente George W. Bush.
En la estación de bomberos, Obama visitó un pequeño memorial con placas recordando a los bomberos fallecidos en el 11-S y posteriormente almorzó con algunos de sus colegas. “Fue un gesto maravilloso”, describió el jefe de bomberos Edward Kilduff el encuentro.
Similares gestos y palabras tuvo Obama en su segunda escala, una estación de policía, antes de dirigirse al memorial del 11-S erigido en la Zona Cero.
FAMILAIRES PRESENTES
Allí, acompañado ahora también por el actual alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, así como por el gobernador local, Andrew Cuomo, y su par de Nueva Jersey, Chris Christie, Obama colocó una corona de flores y guardó un minuto de silencio, ante la vista de varios familiares de las víctimas del 11S invitados a la ceremonia y con quienes finalmente se reunió en privado.
Fuera del recinto, fuertemente vigilado, muchas más personas que perdieron a algún ser querido en los peores atentados que ha sufrido el país en su historia también se habían acercado a ver al mandatario e intentar ingresar en el memorial, sin éxito. Entre ellas estaba Rose Altiere, cuyo sobrino falleció en la Torre Norte el 11-S. “Todos deberíamos haber estado” dentro del memorial, lamentó.
Aun así, aseguró estar agradecida a Obama por haber ordenado la exitosa misión que acabó con el máximo responsable de los atentados que provocaron la muerte de su sobrino, Osama bin Laden.
“Esto no nos devuelve a nuestro sobrino, pero al menos nos da cierta satisfacción”, señaló. “Es por esto que estamos aquí, porque queríamos agradecerle a Obama”.
AYUDAR A CICATRIZAR
Según había declarado el portavoz de Obama, Jay Carney, durante el corto viaje desde Washington hasta la metrópolis, el objetivo del mandatario con esta visita era “ayudar” tanto a los neoyorquinos como al resto de los estadounidenses a “lograr un cierto sentimiento” de que están “cicatrizando” las heridas abiertas el 11-S.
“El presidente considera que es apropiado viajar a Nueva York esta semana, para él es importante, en vista de los traumáticos eventos que Nueva York sufrió el 11-S, regresar tras la exitosa misión contra Bin Laden”, agregó y adelantó que el mandatario también estará presente el próximo 11 de septiembre, cuando se cumple el décimo aniversario de los atentados.
Se trata de la primera visita a la Zona Cero como presidente, un viaje que Carney describió como un “momento agridulce” debido a la mezcla de sentimientos que produce el triunfo sobre Bin Laden pero a la par recordar a las casi 3.000 víctimas que dejaron los atentados del 11-S.
Aunque Obama lo invitó expresamente, su predecesor George W. Bush no acompañó al actual inquilino de la Casa Blanca en esta visita de alto valor simbólico, ya que fue en ese mismo lugar, aunque entonces en medio de ruinas, donde el entonces presidente prometió vengar los atentados de Al Qaida pocos días después de los ataques.
Entretanto, también en otro de los objetivos terroristas hace ahora casi diez años, el Pentágono en Washington, se recordó a las víctimas del 11-S. El vicepresidente, Joe Biden, colocó una corona de flores frente a la sede del Departamento de Defensa, donde también los terroristas lograron estrellar un avión, matando a 184 personas.
Fuente El Comercio