Miles de
estudiantes de más de 30 universidades públicas, en paro desde hace dos semanas, marcharon en Bogotá y otras importantes ciudades de Colombia para exigir la
cancelación de un proyecto de ley que consideran pretende “liquidar la educación pública”.
“Marchamos exigiendo a la ministra de Educación, María Campo, que retire el proyecto de ley del Congreso. Pedimos generar espacios de diálogo y concertación sobre nuestra educación, y exigimos el respeto a la movilización”, dijo el vocero estudiantil, Sergio Fernández.
Los universitarios marcharon por 7 vías principales para confluir en el centro de Bogotá, donde realizaron un “abrazatón”, mientras en el Congreso se realizaba un debate sobre el proyecto de reforma de la educación superior.
Con pancartas y consignas como “Ley 30 = muerte a educación de calidad”, los jóvenes recorrieron las calles disfrazados, algunos de ministros, bailando y tocando instrumentos.
“Donde cabe uno, caben tres, pero tres estudiantes de baja calidad”, era otra de las consignas de los universitarios.
LA LEY DE LA DISCORDIA
El punto más controvertido del proyecto de ley es el que plantea que las universidades tendrán autonomía no sólo académica sino también financiera, instando a los centros de estudio a generar recursos propios.
“Tenemos ya una propuesta educativa, como nos lo pidió el gobierno, pero no la presentaremos hasta que desistan de debatir el actual proyecto en el parlamento, donde el gobierno tiene mayoría absoluta”, dijo Jairo Rivera, dirigente estudiantil de la Universidad Nacional.
“Hemos recibido la solidaridad de estudiantes chilenos que como nosotros padecen la imposición de un sistema neoliberal que busca la privatización de la educación pública de calidad”, dijo animada Marcela Agudelo, de 21 años, estudiante de artes escénicas en la Universidad Pedagógica.
“La reforma busca ampliar desbordadamente los cupos pero con unos recursos mínimos. Lo grave es que propone que ante la quiebra de las universidades se desarrolle un modelo mixto educativo, que incluye progresivamente la inyección de capital privado”, criticó de su lado Fernández.
En rechazo al proyecto legislativo, los estudiantes se encuentran en huelga desde el 11 de octubre y este miércoles aseguraron que continuarán “hasta las últimas consecuencias de manera pacífica”.
“Preferimos perder un semestre que nuestra educación”, repitieron muchos de los descontentos.
GOBIERNO NO CEDE
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha insistido en que no retirará el proyecto de ley y llamó a los estudiantes a hacer sus aportes dentro del parlamento.
Según autoridades públicas, con la reforma a la educación superior se obtendrán más recursos (unos 5.740 millones de dólares para los próximos 10 años); se abrirán 600.000 nuevos cupos; y habrá mayor calidad educativa.
Fuente La Nación