CIUDAD DE MEXICO.- El blindaje cada vez más sólido de la frontera entre México y Estados Unidos ha llevado a los traficantes de droga a buscar bajo tierra un paso para el trasiego de estupefacientes. Aunque los narcotúneles son usados desde hace más de una década, en los últimos años se sofisticaron de manera notable, y los carteles pueden llegar a invertir hasta un millón de dólares en su construcción.
Los criminales compran o alquilan propiedades norteamericanas próximas a la frontera para colocar la salida de los túneles, cuya entrada sitúan en almacenes o casas abandonas en territorio mexicano.
Estos pasadizos abundan en las áreas de Tijuana y San Diego, y entre las de Nogales, en Sonora (México) y Arizona (Estados Unidos). Mientras en California el terreno arcilloso permite excavar con facilidad, en Nogales los traficantes aprovechan los canales de drenaje.
Una treintena de narcotúneles ya fueron desmantelados este año gracias a las nuevas tecnologías empleadas por las autoridades. Radares y sensores acústicos y sísmicos fueron desplegados en la zona de Mesa de Otay (Tijuana) y Otay Mesa (sur de San Diego), principal paso fronterizo entre ambos países.
El Comando Norte estaría desarrollando, junto con las compañías S&T y Lockheed Martin, un sistema de detección que permita localizar y destruir los túneles subterráneos tan pronto como son construidos.
El mes pasado, por lo menos tres pasadizos fueron desmantelados por la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y las fuerzas armadas y la policía federal mexicanas.
El más reciente, descubierto la pasada semana, era también "el más sofisticado e importante" que encontraron las autoridades en los últimos cinco años, según Lauren Mack, vocero del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en San Diego.
Este corredor contaba con una trampa activada por gatos hidráulicos al pulsar un botón. El ingenio daba acceso a una plataforma metálica que descendía unos 15 metros, equivalentes a cinco pisos de una vivienda. El túnel estaba forrado con láminas de contrachapado de madera y disponía de carriles, luz eléctrica y ventilación.
Uno de los extremos de la galería daba a un galpón cercano al paso fronterizo de San Ysidro, en el lado californiano. La entrada permanecía oculta en un almacén junto al aeropuerto de Tijuana y a apenas dos cuadras de unas oficinas gubernamentales, la Comandancia Regional de la Policía Federal y la Base Aérea Militar. Dentro del pasaje, de 500 metros de longitud, aparecieron tres toneladas de marihuana.
HALLAZGO
Quince días antes, y en la misma zona fronteriza, las autoridades estadounidenses habían encontrado otro túnel de 370 metros. El hallazgo se produjo luego de la detención de los dos ocupantes de un tráiler que salía del almacén donde desembocaba el corredor, cargado con tres toneladas de marihuana. Dentro del pozo había otras 14 toneladas de cannabis.
Dos semanas antes, en tanto, el ejército mexicano también había localizado otro túnel subterráneo, donde se incautó de 24 toneladas de marihuana en un polígono industrial del extrarradio de Tijuana.
Esa vez, el descubrimiento se produjo luego de una denuncia anónima. Por el pasaje sólo se podía avanzar de rodillas. Estaba equipado con un sistema de vías, iluminación y ventilación. El túnel más largo descubierto hasta hoy medía 731 metros. Fue hallado en 2006 y también comunicaba Otay Mesa con Mesa de Otay.
Estos narcotúneles no hacen sino aumentar la alerta de las autoridades y crispar a los precandidatos republicanos que buscan enfrentar a Barack Obama en las elecciones presidenciales del 4 de noviembre del año próximo.
El gobernador de Texas, Rick Perry, expresó su convicción de que "Hamas y Hezbollah están trabajando en México con objeto de venir a Estados Unidos", al aludir a los grupos terroristas palestino y libanés, respectivamente.
Otro aspirante republicano, el empresario Herman Cain, secundaba esta idea de que "algunos terroristas han venido a territorio norteamericano desde México".
Por su parte, el gobierno mexicano rechaza cualquier vínculo entre los carteles y grupos terroristas islámicos, pero el vecino del Norte sostiene que dicho nexo "está bien establecido". Al menos, eso asegura un informe de la División de Operaciones Especiales de la DEA entregado al Congreso.
Ese dossier documenta esta relación con el supuesto y frustrado complot de Irán para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington, en septiembre pasado. En esa operación, un tal Manssor Arbabsiar -norteamericano de 56 años que también tiene pasaporte de Irán- contactó en México a un informante de la DEA, a quien creía "integrante de un violento cartel internacional".
EL MURO QUE SE ADENTRA EN EL MAR
SAN DIEGO (AP).- En su búsqueda para desalentar la inmigración de indocumentados entre Tijuana y San Diego, las autoridades norteamericanas empezaron a construir una prolongación del muro divisorio entre México y Estados Unidos que se adentrará casi 100 metros en el océano Pacífico. El plan fue rechazado por organizaciones de inmigrantes y expertos en medio ambiente, que señalan que la "invasión" del mar con una estructura de metal maciza tendrá efectos dañinos sobre el hábitat. El llamado proyecto "Surf Fence" tiene por fin dificultar la inmigración ilegal, una misión a la que la Oficina de Aduanas y Protección de la Frontera destina 20.000 oficiales.
Fuente La Nación.ar