WASHINGTON.- El diagnóstico se extendió al confirmarse, esta semana, una nueva imposibilidad de acuerdoentre demócratas y republicanos.
En momentos en que el mundo clama por señales claras para detener la debacle económica , Washington está políticamente paralizada, su liderazgo opacado y con una sensación de impotencia que, para algunos, empieza a bordear una crisis de gobernabilidad que difícilmente pueda superar en el largo año que resta hasta las elecciones presidenciales del 6 de noviembre de 2012.
"Es como si todo se hubiera detenido hasta los comicios. Los republicanos no arriesgan y los demócratas no consiguen quebrar el obstruccionismo", diagnosticó ante LA NACION Roger Coleman, politólogo de la Universidad de Miami.
Pero para las elecciones falta todo un año. ¿Puede prolongarse tanto tiempo este estado de cosas? "La verdad, no veo mucha perspectiva de cambio", argumentó Roger Cohen en The New York Times, en una columna cuya tesis sobre parálisis política de fondo primero levantó ampollas y luego, con el correr de los días, fue crecientemente compartida.
"Si alguien cree que noviembre fue políticamente difícil, esperen a ver a diciembre", expuso esta semana, a toda página, el reconocido Político, uno de los periódicos y sitio de Internet que se siguen en el mundillo político de Washington.
No es, en todo caso, un escenario que ayude a aliviar la crisis de la que no termina de salir la primera potencia mundial.
Su desempleo no baja del 9%, uno de los niveles más altos desde 1948; crece la desigualdad; el país está acuciado por la gigantesca deuda de 15 billones de dólares, por el déficit y por la falta de confianza, mientras crece el fantasma de una nueva baja en su calificación de riesgo.
A todo eso se suman no sólo la incertidumbre política que emite -internamente y al mundo- la imposibilidad de acuerdo básico entre gobierno y oposición, sino los efectos pragmáticos de ese fracaso.
Por lo pronto, una de las consecuencias más temidas es el brutal ajuste automático en el gasto social y de defensa que ese quiebre disparará a partir de 2013 y hasta completar 1,2 billones de dólares.
"En Defensa, eso será una tragedia que podría llegar a poner en peligro la seguridad de Estados Unidos", advirtió, sin medias tintas, el responsable del área, León Panetta.
Son las reglas del juego que fijó la Casa Blanca en agosto último y de las que ahora cae presa. Reglas que estableció como prenda de pago para el manotazo agónico con el que, sobre la hora, evitó que el país cayera en suspensión de pagos y que, básicamente, establecen que si ambas partes no son capaces de determinar cómo y dónde cortar el gasto, este operará de modo automático a partir de 2013.
"Obama, el líder que llegó con la esperanza de terminar con el partidismo exacerbado de Washington, no sólo no fue capaz de movilizar a la clase política tras un objetivo superador de las rencillas y los egoísmos de siempre, sino que él mismo está atrapado en un fuerte obstruccionismo en el Congreso", añadió Cohen.
Enfrentado con esa dura realidad, el presidente reconoce la situación y esta semana hasta se permitió bromear con ello.
"Por suerte, esto no depende del Capitolio", ironizó, días atrás, al cumplir con el rito del Día de Acción de Gracias y perdonar la vida a dos pavos que, merced a ese gesto, se salvaron de convertirse en materia del tradicional banquete de la celebración. "De lo contrario, otra hubiese sido la suerte de estas aves", completó.
Obama no consigue hacer aprobar sus leyes en el Congreso y el bloqueo no sólo afecta a su país, sino que la parálisis es mala señal para los mercados y para un escenario internacional con una Europa jaqueada por los problemas de deuda y la dificultad de sus gobiernos para solventarla.
"La parálisis política y la incoherencia contribuyeron a exacerbar la incertidumbre, la falta de confianza y la inestabilidad financiera", diagnosticó, semanas atrás, el cuadro de situación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó ante la cumbre del G-20, en Cannes.
Luego de recordar que la situación económica internacional es aún vulnerable, el organismo que lidera Christine Lagarde insistió en que "existe una necesidad urgente de iniciativas políticas creíbles que reduzcan la incertidumbre que actualmente opera contra el crecimiento", añadió.
Por aquí, el dramático llamamiento tuvo el mismo efecto de quien oye llover. "No es el mejor momento para que los políticos se tomen un año sabático para dedicarse a sus carreras", sostuvo Cohen, mientras se extiende en el país la sensación de ingobernabilidad y frustración.
Desde lo estrictamente económico, si la primera economía mundial pierde la calificación y se suma al equipo de inestables gobiernos europeos incapaces de tomar decisiones difíciles, la recuperación de todo el mundo estaría en jaque.
RETROCESO
"Los 12 congresistas que el lunes informaron su fracaso en llegar a un acuerdo para la reducción acordada del déficit nacional escribieron, también, un nuevo capítulo en el retroceso del liderazgo de Estados Unidos", corroboró Erik Miller, de la Escuela Política de la Universidad de Arizona.
Hay quienes, sin embargo, ni siquiera se sorprendieron. Entre ellos, el premio Nobel de Economía Paul Krugman, para quien el fracaso estaba poco menos que cantado. No sólo porque "los republicanos y los demócratas tienen prioridades diferentes, sino también porque viven en universos intelectuales y morales diferentes", sostuvo.
Lo curioso del caso es que, de acuerdo con las encuestas, nadie parece salir ganando con la dinámica del bloqueo y la parálisis. Obama se mueve en torno del 45% de aprobación y la imagen del Congreso acaba de caer a su peor nivel en 25 años, con sólo 23%, según un reciente estudio de ABC y el The Washington Post.
A los partidos no les va mejor. Un sondeo de la Quinnipiac University reveló que el 44% de los norteamericanos culpa a los republicanos por el bloqueo, mientras que el 38% responsabiliza a los demócratas.
En medio, un creciente número de personas se declara "independiente" y muestra "hartazgo" ante la fractura imperante. Sin embargo, el sentimiento no los anima -o al menos, no todavía- a la formación de un tercer partido con fuerza nacional, aunque acaba de conformarse un nuevo intento a través de una agrupación denominada Americans Elect, que logró recaudar 22 millones de dólares para su objetivo.
"La gente está harta de la incapacidad de Washington para abordar las cuestiones que importan", sostuvo Kahlil Byrd, un estratego republicano que figura entre los promotores de la agrupación. "No vamos a formar un nuevo partido, pero queremos influir en el proceso electoral", añadió.
En una similar sensación de frustración se nutrió el movimiento ultraconservador Tea Party, primero, y el grupo Ocupa Wall Street, después. Pero lo curioso del asunto es que, si bien la parálisis que tanto indigna está determinada, en buena medida, por el cálculo electoral, pocos creen -al menos por ahora- que esa misma parálisis vaya a ser determinante en las urnas.
"No creo que a estas alturas puedan deducirse consecuencias electorales por el monumental fracaso" de demócratas y republicanos para acordar un recorte del gasto, sostuvo Ron Haskins, de la Brookings Institution. "Pero, de verdad, me encantaría que las hubiera", añadió.
3
Bloqueos inminentes evitados este año
En abril, la Casa Blanca y el Congreso lograron un acuerdo de última hora por el presupuesto; en julio, las discusiones por el incremento del nivel de endeudamiento casi llevan al país al default técnico; y ahora, falta el acuerdo para reducir el déficit.
Bloqueos inminentes evitados este año
En abril, la Casa Blanca y el Congreso lograron un acuerdo de última hora por el presupuesto; en julio, las discusiones por el incremento del nivel de endeudamiento casi llevan al país al default técnico; y ahora, falta el acuerdo para reducir el déficit.
UNA CARRERA CONTRA EL DÉFICIT, LA DEUDA Y EL AJUSTE AUTONÁTICO
2011
23 DE DICIEMBRE
23 DE DICIEMBRE
Votación. El Congreso debería votar sobre las recomendaciones para la reducción del déficit elaboradas por el Supercomité, que no llegó a un acuerdo en el plazo establecido (el pasado miércoles).
2012
1 DE ENERO
1 DE ENERO
Seguros. Más de seis millones de norteamericanos perderían su seguro de desempleo en 2012; de ellos, 1,8 millones a partir del primer día del año.
Impuestos Los impuestos a los seguros sociales subirían de 4,2% a 6,2%.
Impuestos Los impuestos a los seguros sociales subirían de 4,2% a 6,2%.
6 DE NOVIEMBRE
Elecciones. Se realizarán los comicios presidenciales, en los que Barack Obama buscará renovar su mandato.
Elecciones. Se realizarán los comicios presidenciales, en los que Barack Obama buscará renovar su mandato.
1 DE DICIEMBRE
Límite. Esta es la fecha estimada en que se alcanzaría el nuevo límite de la deuda de Estados Unidos.
Límite. Esta es la fecha estimada en que se alcanzaría el nuevo límite de la deuda de Estados Unidos.
31 DE DICIEMBRE
Aumentos. Vencerán las rebajas de las retenciones fiscales decretadas por George W. Bush y prorrogadas por Obama. Si el plazo expirara, habría un aumento impositivo medio de US$ 1000 para los norteamericanos, en momentos en que la economía no termina de despegar.
Aumentos. Vencerán las rebajas de las retenciones fiscales decretadas por George W. Bush y prorrogadas por Obama. Si el plazo expirara, habría un aumento impositivo medio de US$ 1000 para los norteamericanos, en momentos en que la economía no termina de despegar.
2013 31 DE DICIEMBRE
Recortes. Si el Congreso no llegara a un acuerdo para reducir en US$ 1,2 billones el déficit a lo largo de la próxima década, comenzarán a regir los recortes automáticos.
Recortes. Si el Congreso no llegara a un acuerdo para reducir en US$ 1,2 billones el déficit a lo largo de la próxima década, comenzarán a regir los recortes automáticos.
Pentágono La mitad de esa suma, US$ 600.000 millones, será recortada del presupuesto del Ministerio de Defensa.
Planes sociales. La otra mitad será recortada en educación, agricultura, programas ambientales y, en menor medida, de dos de los principales planes sociales del gobierno, Medicare y Medicaid (programas de salud para ancianos y familias pobres).
Planes sociales. La otra mitad será recortada en educación, agricultura, programas ambientales y, en menor medida, de dos de los principales planes sociales del gobierno, Medicare y Medicaid (programas de salud para ancianos y familias pobres).
Fuente La Nación.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario