Coordinador de Departamento de Estado aclara que Washington mantendrá política de prohibición.
Si bien la puerta de la legalización sigue cerrada, Estados Unidos se mostró dispuesto a dar un "debate legítimo" en busca de alternativas y soluciones distintas para el problema de la droga.
"Nosotros ya pensamos en esto (la legalización) y no creemos que sea la panacea, o la bala mágica. Pero reconocemos que el debate es legítimo y estamos dispuestos a participar. Estamos interesados en oír...
"Tenemos una corresponsabilidad porque el consumo está acá, en Europa, y los mercados tiene la responsabilidad de hacer más. Si nosotros no deseamos asumir la legalización entonces debemos buscar otras soluciones", dijo John Feeley, coordinador del Departamento de Estado para la Cumbre de las Américas, durante un foro en Washington organizado por el Diálogo Interamericano.
Feeley dijo también que los países de la región son libres de avanzar por el camino que deseen en el tema de la legalización o
despenalización, como lo han hecho otros como Portugal o México, así Washington no crea que es el remedio pertinente.
despenalización, como lo han hecho otros como Portugal o México, así Washington no crea que es el remedio pertinente.
"Nosotros no lo patrocinamos, pero no somos procónsules. Latino América tiene un reflejo histórico de mirar hacia Estados Unidos en busca de soluciones, pero los países deben tomar sus propias decisiones", sostuvo el funcionario.
Dicho eso, Feeley explicó por qué su país se opone y dio luces sobre la respuesta que dará EE.UU. si el tema es planteado durante la Cumbre de las Américas.
Según el funcionario, la solución al problema está en el
fortalecimiento de las instituciones y puso ejemplo a dos ciudades
fronterizas, una en México y otra en EE. UU. (Reynosa y McAllen).
fortalecimiento de las instituciones y puso ejemplo a dos ciudades
fronterizas, una en México y otra en EE. UU. (Reynosa y McAllen).
De acuerdo con Feeley, se trata de dos pueblos hermanos, separados por un puente y cuya composición demográfica es muy similar. Aún así, en Reynosa los índices de violencia relacionados con el narcotráfico son dramáticamente superiores a los de McAllen, pese a que en el lado estadounidense hay más pandillas, drogas y armas.
"Estoy absolutamente convencido de que la diferencia está en un
gobierno de la ley saludable, un sistema judicial y policial que
funcionen. Si miramos a los países que están pidiendo que se mire la legalización, lo que oirán en ese diálogo (con EE. UU.) es que lo que necesitan es fortalecer las instituciones y que no se puede hacer un atajo simplemente descriminalizado el producto... Los delincuentes siempre encontrarán otro producto ilegal", afirmó el funcionario.
gobierno de la ley saludable, un sistema judicial y policial que
funcionen. Si miramos a los países que están pidiendo que se mire la legalización, lo que oirán en ese diálogo (con EE. UU.) es que lo que necesitan es fortalecer las instituciones y que no se puede hacer un atajo simplemente descriminalizado el producto... Los delincuentes siempre encontrarán otro producto ilegal", afirmó el funcionario.
Las declaraciones del funcionario se producen en un contexto especial: cuando varios mandatarios del continente plantean una discusión de qué hacer en la lucha antidrogas: legalizar o despenalizar su consumo o continuar con los programas de represión que impulsan, principalmente, los Estados Unidos.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal EL TIEMPO
Washington
Corresponsal EL TIEMPO
Washington
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