Alimentándose de los apuros económicos, el aumento de la cotización y una publicidad omnipresente, el negocio de la compraventa de oro ha explotado en los últimos meses en Atenas.
En apenas tres cuadras situadas junto al Parlamento, cualquier persona deseosa de vender oro a cambio de dinero efectivo se encuentra con toda una variedad de establecimientos que compran a precios cada vez más competitivos.
“La gente vende joyas de sus abuelas o bisabuelas que ya no necesita, como cadenas y reliquias, que tienen un valor más bien sentimental”, cuenta a la AFP Angeliki, empleada en una joyería situada en una galería de la calle Ermou, en pleno centro de la capital griega.
“En su mayoría es gente que necesita dinero para pagar facturas o préstamos, desempleados, gente con hijos, de entre 30 y 50 años”, añade. “Pero no es fácil. Muchas veces ves que los clientes están muy apenados. En otras tiendas han llegado incluso a llorar al deshacerse de esos objetos”.
“Muchos de ellos se avergüenzan y temen que se enteren sus familiares”, dice Angeliki.
En uno de los establecimientos de Gold Buyers, una red presente en varios puntos de Atenas, un empleado cuenta que últimamente reciben a clientes de otro perfil, diferente del de los vendedores apretados financieramente.
“Hay algunos que vienen para aprovechar el aumento de los precios del oro, y venden algo que no necesitan para comprarse un teléfono celular nuevo, por ejemplo”, cuenta.
Muchos de estos nuevos establecimientos son tiendas abiertas en los últimos seis meses, especializadas en la compra de oro y también de plata, platino y diamantes, que luego venden a empresas que funden los metales y los revenden a su vez.
Además de los problemas que implica la crisis económica para muchas familias, la disparada de la cotización del oro, que aumentó casi un 25% desde hace un año, contribuye decisivamente al esplendor de la actividad. Un argumento que los compradores hacen valer.
“Los precios no seguirán tan altos durante mucho tiempo, lo que significa que éste es un momento fantástico para vender”, reza el sitio web de la cadena Gold Buyers.
De forma paralela, desde hace unos pocos meses los pasquines y carteles publicitarios inundan los buzones de los atenienses e incluso autobuses y oficinas de la administración pública.
Angeliki apunta que el margen entre el precio de compra y el de venta está entre 5 y 10%, si bien se está reduciendo a causa de la proliferación vertiginosa de tiendas dedicadas a esta actividad, especialmente en el centro de Atenas.
“Recibimos entre tres y cinco clientes al día”, aseguran en un establecimiento abierto hace seis meses en la calle Filellinon, junto al Parlamento.
Dicha proliferación se produce al calor de una crisis de la deuda soberana que obligó a Grecia a pedir un rescate financiero internacional, a cambio de sucesivos planes de rigor que se tradujeron en un aumento del desempleo y una reducción generalizada de ingresos para las familias.
El destino de estos volúmenes de oro ha suscitado la curiosidad de la brigada financiera griega (SDOE), que está investigando a algunos compradores.
La brigada ha localizado ya una exportación fraudulenta de 135 kilos de oro y de 750 kilos de plata hacia Alemania de un valor de más de 700.000 euros. Además ha hecho controles fiscales en 60 oficinas de compra de oro, plata y piedras preciosas pertenecientes a seis empresas offshore, 48 de las cuales no estaban en regla.
Fuente Bio Bio
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