La selección argentina dejó otra pálida y decepcionante imagen: apenas igualó de local 1 a 1 ante Bolivia por la tercera fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para Brasil 2014 y viajará preocupada a Barranquilla, para enfrentar a Colombia, el martes.
Se sabía de antemano que era un partido con mucho más para perder que para ganar. Un resultado abultado a favor minimizaría la actuación por la debilidad del rival, mientras que un empate o una derrota derivaría en críticas que deambulan entre el análisis justo y la exageración.
Otra vez quedó en evidencia que el equipo argentino tiene graves problemas defensivos. No es cuestión de los intérpretes, sino de lo que exhiben los que juegan. Hoy, la dupla Demichelis-Burdisso no hizo pie, y la sola presencia de Martins, el único hombre de punta de Bolivia, los complicó de sobremanera. De hecho, un error de Micho derivó en el 1 a 0 visitante. A los 11 minutos del segundo tiempo, Martins la robó en el área, enganchó dos veces y sacó un fuerte zurdazo que infló la red del arco defendido por Sergio Romero.
Por suerte para el equipo, Ezequiel Lavezzi, que acababa de ingresar por Ricky Alvarez, empató sólo cuatro minutos después. Si no, otro podría haber sido el cantar.
La selección argentina jugó mal. Careció de ideas para romper el lógico planteo defensivo boliviano, y cayó en los mismos errores en los que había caído en el partido inaugural de la Copa América, en La Plata. Lionel Messi nunca se sintió cómodo en la cancha y cumplió una mala actuación.
Tal vez lo que pueda rescatarse de esta pálida tarde ante un semivacío estadio Monumental sea la actuación de Clemente Rodríguez, alternativa de salida siempre y gran entrega a la hora de recuperar la pelota, la labor de Fernando Gago en el mediocampo y el primer tiempo de Pastore. Lavezzi ingresó con todo, pero luego se hundió en la mediocridad del resto.
Gonzalo Higuaín cumplió con su rol. Convirtió dos golazos, pero ambos fueron anulados por el árbitro ecuatoriano Carlos Vera. El primero, de manera insólita, al cobrar una falta a Messi y no permitir la ley de ventaja (el Pipita definía con un derechazo cruzado) y el otro por una falta previa de Gago en el medio del área. Fue un 1 a 1, que dejó sabor a muy poco.
Fuente La Nación.ar
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