Cada día el balance de víctimas de la peor crisis que vive Japón desde la II Guerra Mundial aumenta. Según las últimas cifras, los fallecidos son 9.079 y los desaparecidos llegan a 12.645. Más de 360 mil personas desplazadas siguen alojadas en refugios.
Pero estos no son los únicos problemas en Japón tras el terremoto 9,0 Richter y tsunami del 11 de marzo.
Dos grandes columnas de humo gris emergieron ayer de los reactores 2 y 3 de la central de Fukushima, reavivando la preocupación sobre la instalación. Ambos seguían hoy emanando humo blanco. El reactor 3 contiene plutonio, por lo que los trabajadores que intentan controlar la crisis fueron evacuados temporalmente. La agencia Kyodo informó que el incidente en el reactor 3 no ocasionó un alza importante de radiactividad ni cambios en la presión de la vasija de contención del reactor.
A su vez, las labores para reconectar los cables del suministro eléctrico, para restaurar los sistemas de enfriamiento y así frenar la fuga de radiación, fueron suspendidas ayer. Sin embargo, se retomaron este martes en los reactores 1, 2, 3 y 4, y la operadora Tepco informó que se logró conectar el reactor 1 a una fuente de energía externa y que podría reactivar pronto su sistema de refrigeración. Según Tepco, la nube de humo del reactor 2 era vapor y no procedió de la piscina de combustible.
Desde la Agencia Internacional de la Energía Atómica (Aiea) aseguraron que la situación es "muy grave", pero que no tienen "ninguna duda" de que la crisis "será superada con éxito".
En tanto, Tepco informó que en el agua de mar cerca de Fukushima, el yodo radiactivo registró niveles por sobre 126,7 veces el máximo legal, mientras que el cesio radiactivo es 24,8 veces mayor al umbral permitido.
Alimentos contaminados
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la detección de radiación en alimentos es un problema mucho más serio que lo previsto. La radiación detectada en verduras, polvo, leche y agua está provocando un aumento del temor en la región, pese a que los funcionarios aseguraron que los niveles no son peligrosos. Sin embargo, el gobierno nipón prohibió distribución de algunos alimentos procedentes de Fukushima y tres provincias colindantes, tras detectar contaminación por radiación. El mayor problema está en las espinacas de algunas localidades de Ibaraki, en el centro este del país, que superan 27 veces el nivel legal de radiactividad.
Fuente La Tercera
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