Las manifestaciones por un mejor acceso a viviendas más baratas empezaron hace tres semanas en Tel Aviv y se expandieron por todo el país .
Tel Aviv (DPA). Cientos de miles de personas participaron hoy en Israel en las protestas sociales por el gran costo de vida, que comenzaron hace más de tres semanas por los altos precios de los alquileres.
Según estimaciones de la policía, hubo al menos 250.000 manifestantes en todo el país, mientras que los medios israelíes informaron de al menos 350.000 participantes en una de la mayores protestas en la historia del Estado judío.
Hubo manifestaciones en Tel Aviv y otras ciudades desde el norte hasta el desierto de Negev en el sur. En Jerusalén se reunieron 30.000 personas.
Sin embargo, la manifestación más populosa se registró, como en los dos sábados anteriores, en Tel Aviv, donde unas 300.000 personas marcharon por el centro de la ciudad.
“Marchen como los egipcios”, decía una de las pancartas en referencia a las manifestaciones en el país vecino, que finalizaron con la salida del gobierno de Hosni Mubarak.
PRIMERAS PROTESTAS
El movimiento comenzó hace más de tres semanas con un pequeño acampe en el centro de Tel Aviv como expresión de protesta contra los altos precios de los alquileres.
El movimiento comenzó hace más de tres semanas con un pequeño acampe en el centro de Tel Aviv como expresión de protesta contra los altos precios de los alquileres.
Entretanto, las demandas son más amplias. No sólo se trata del problema de las viviendas, sino también de la asistencia médica, el sistema educativo y la carga impositiva, además de intereses individuales.
CONTRA VIVIENDAS CARAS
El primer ministro israelí, el conservador Benjamin Netanyahu, alimentó las protestas cuando el miércoles logró que el Parlamento aprobara una ley para acelerar la construcción de viviendas, criticada por los manifestantes, que sostienen que solo profundizará el problema de las viviendas demasiado grandes y, por lo tanto, demasiado caras.
El primer ministro israelí, el conservador Benjamin Netanyahu, alimentó las protestas cuando el miércoles logró que el Parlamento aprobara una ley para acelerar la construcción de viviendas, criticada por los manifestantes, que sostienen que solo profundizará el problema de las viviendas demasiado grandes y, por lo tanto, demasiado caras.
Al mismo tiempo, Netanyahu rechazó las demandas de jardines maternales y de infantes gratuitos, así como más fondos para la educación y el fin de las privatizaciones.
“Netanyahu, escúchanos. Somos la sal de la tierra. Queremos cambios”, dijo el presidente de la unión estudiantil Itzik Schmueli, en un discurso ante manifestantes en Tel Aviv.
“Pero no necesitamos un cambio de la coalición elegida. Nosotros, los jóvenes, pedimos un cambio del terrible sistema económico”, añadió Schmueli, que fue ovacionado.
Fuente El Comercio
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