La debilidad económica incrementó la probabilidad de que los inversionistas vendan sus acciones a la primera mala señal y se aproximen así hacia una nueva recesión .
Nueva York (AP). Los mercados financieros en Estados Unidos están empezando a alimentar temores económicos y no solamente a reflejarlos debido a la caída, por cuatro semanas consecutivas, de las acciones en la Bolsa de Valores.
Algunos en Wall Street están preocupados de que el golpe a la confianza -y a los fondos de retiro- haya creado una onda de temor que podría hundir aún más los precios, provocar que los ciudadanos y las empresas gasten menos, y empujar la economía hacia una nueva recesión.
“Estoy nervioso de que el temor provocará que las empresas dejen de contratar y la gente deje de gastar”, dijo Jim Paulsen, principal estratega de inversiones en Wells Capital Management, famoso por sus pronósticos normalmente optimistas de los mercados.
El desplome de las acciones aumenta el temor de una nueva recesión
Esta semana, un informe acerca de las ventas de viviendas reveló que se deshicieron más ventas de lo usual en el último momento, lo cual indica que lacaída de las acciones y las malas noticias económicas crearon nerviosismo entre los compradores. Al menos 16% de los contratos fueron cancelados antes de ser finalizados el mes pasado, cuatro veces más que el número en mayo.
Beth Ann Bovino, una economista de Standard & Poor’s, advirtió que otro gran desplome en las acciones pudiera “empujarnos más cerca del borde”.
El índice 500 de Standard & Poor’s cerró el viernes en 1.123,53, con una pérdida total del 5% en la semana. Este índice registra un descenso del 16% en las cuatro semanas seguidas. Una razón del desplome es el temor de que hayan aumentado las probabilidades de otra recesión.
Crecimiento económico fue débil durante la primera mitad del año
Las malas noticias económicas comenzaron el mes pasado cuando el gobierno informó que el crecimiento económico fue más débil durante la primera mitad el año de lo que se esperaba. El ritmo de crecimiento anual de 0,8% fue el más lento desde que terminó la Gran Recesión en junio de 2009.
La debilidad económica incrementó la probabilidad de que los inversionistas vendan acciones a la primera mala señal. La semana pasada recibieron muchas de esas señales.
Un sondeo regional realizado por la Reserva Federal reveló que el sector manufacturero en los estados de la costa central atlántica tuvo su peor desempeño en más de dos años. Las ventas de residencias cayeron en julio por tercera vez en cuatro meses.
Otro informe mostró que las exportaciones de Japón, la tercera economía del mundo, han disminuido por quinto mes consecutivo. El país asiático aún sufre los efectos de un terremoto y un tsunami en marzo.
El mercado inmobiliario, que usualmente ayuda la recuperación económica, sigue empeorando. El desplome de la bolsa de valores y las noticias económicas desalentadoras no ayudarán.
“Lo que estás viendo con la economía, con el empleo, está asustando a muchas personas”, dijo Brian Fine, un gerente de préstamos en Mortgage Master en Rockville, Maryland.
Fuente El Comercio
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