El Fondo de la ONU ha pedido que los gobiernos supervisen las emisiones decarbono que se emiten durante estos fenómenos .
La proliferación de grandes incendios forestales en los últimos años puede acelerar el calentamiento global, según la organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En un comunicado hecho público hoy, la FAO ha pedido a los gobiernos que supervisen las emisiones de carbono de los incendios forestales y que estudien nuevas estrategias integrales para combatirlos en un futuro próximo.
Las medidas de actuación propuestas por el organismo de Naciones Unidas se enmarcan dentro del estudio “Resultados y consecuencias de una evaluación mundial a grandes rasgos de algunos megaincendios forestales”, que ha sido presentado durante la Conferencia Internacional sobre Incendios Forestales de Sun City (Sudáfrica).
CAUSA Y EFECTO
Asimismo, la FAO ha recordado que precisamente el cambio climático es uno de los factores decisivos que provocan mayores incendios forestales, pero ha insistido en que estos incendios son responsables del calentamiento global y que, de seguir así, se puede crear un “círculo vicioso”.
Asimismo, la FAO ha recordado que precisamente el cambio climático es uno de los factores decisivos que provocan mayores incendios forestales, pero ha insistido en que estos incendios son responsables del calentamiento global y que, de seguir así, se puede crear un “círculo vicioso”.
“El cambio climático probablemente intensifica los incendios, pero ahora se sospecha que también forman un círculo vicioso que acelera el calentamiento del planeta”, advirtió el oficial forestal de la FAO Pieter Van Lierop, quien añadió que las causas principales de estos fuegos son “antropogénicas”.
De hecho, el estudio ha demostrado que en la mayoría de los casos analizados el origen de las llamas tiene que ver con la acción del hombre, “muchas veces para abrir terrenos con fines agrícolas o de construcción”.
No obstante, también influyen otros factores como el calor, la sequía y el viento.
En el caso de los bosques tropicales, lo que más propaga los grandes incendios son los desechos de madera seca que dejan la tala y la apertura de terrenos para las plantaciones y la producción agrícola.
Los incendios estudiados por la FAO son los acontecidos recientemente en Australia (173 muertos), Botsuana, Brasil, Indonesia, Israel, Grecia, Rusia (62 muertos) y Estados Unidos.
Los incendios estudiados por la FAO son los acontecidos recientemente en Australia (173 muertos), Botsuana, Brasil, Indonesia, Israel, Grecia, Rusia (62 muertos) y Estados Unidos.
MEDIDAS A TOMAR
Para evitar que se produzcan los fuegos y minimizar sus consecuencias, la FAO ha aconsejado recurrir a “enfoques más equilibrados de prevención, atenuación y extinción”, y ha puesto como ejemplos a Florida (EEUU) y Australia, que supieron reducir los daños a pesar de las duras sequías que atraviesan año tras año.
Para evitar que se produzcan los fuegos y minimizar sus consecuencias, la FAO ha aconsejado recurrir a “enfoques más equilibrados de prevención, atenuación y extinción”, y ha puesto como ejemplos a Florida (EEUU) y Australia, que supieron reducir los daños a pesar de las duras sequías que atraviesan año tras año.
Según la FAO, el Servicio Forestal de Estados Unidos y el estado de Florida tienen alrededor de 800.000 hectáreas, de las cuáles todos los años incendian entre el 10 y el 20 % de sus bosques de forma controlada.
Estos incendios supervisados se producen con una rotación de dos a cuatro años y tienen un costo de 10 a 30 dólares por hectárea, mientras que en los bosques que no reciben tratamiento, los costos de la extinción del fuego pueden ser de hasta miles de dólares por hectárea, sin contar las pérdidas y los daños adicionales que pueden producirse.
En el caso australiano, el Departamento de Medio Ambiente y Conservación protege un territorio de alrededor de 2,5 millones de hectáreas.
Estos incendios supervisados se producen con una rotación de dos a cuatro años y tienen un costo de 10 a 30 dólares por hectárea, mientras que en los bosques que no reciben tratamiento, los costos de la extinción del fuego pueden ser de hasta miles de dólares por hectárea, sin contar las pérdidas y los daños adicionales que pueden producirse.
En el caso australiano, el Departamento de Medio Ambiente y Conservación protege un territorio de alrededor de 2,5 millones de hectáreas.
Habitualmente realiza incendios controlados para tratar en torno al ocho o nueve por ciento de sus terrenos y los costos, las pérdidas y los daños de los incendios forestales se han reducido mucho desde el inicio del programa de incendios controlados.
Por ello, la FAO insiste en que los Gobiernos deben aplicar estrategias más integrales de gestión de incendios y mejorar el seguimiento de las emisiones de carbono en los mismos, que contribuyen al calentamiento del planeta.
Fuente El Comercio
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